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Este #8M, Día de la Mujer, queremos reconocer por un lado el trabajo de las mujeres sanitarias y trabajadoras esenciales que durante toda la pandemia han plantado cara al COVID, trabajando incansablemente para proveernos los servicios básicos, y cuidando de las personas más vulnerables; y por otro lado destacar la labor invisible de otras muchas mujeres que se han encargado del sustento de sus familias y hogares, dejando de lado su propio autocuidado y necesidades.

La pandemia ha afectado de manera desigual a mujeres y hombres, evidenciado más que nunca las desigualdades que persisten en nuestra sociedad. Desde la Asociación AD Los Molinos pensamos que este año es primordial reivindicar la importancia de seguir trabajando en la creación de políticas y leyes que nos permitan avanzar en materia de igualdad, de priorizar el trabajo en pro de la misma y no dejarla bajo ninguna circunstancia en segundo plano.

Este año hemos observado como el rol de cuidados, atribuido de manera tradicional y desproporcionada a las mujeres, se ha intensificado durante la crisis del COVID. Esto estuvo especialmente marcado durante los meses de confinamiento, en que las clases virtuales de las hijas e hijos ha obligado a muchas madres a quedarse en casa. Pensamos que debemos trabajar por una redistribución equitativa de las tareas domésticas y de cuidados y por la mejora de las medidas de conciliación laboral en las empresas, para que las mujeres no lleven la totalidad o mayor parte de esta carga y vean afectada su carrera profesional, ingresos e independencia económica.

La pandemia ha afectado de manera desproporcionada a las trabajadoras del ámbito doméstico, la mayoría de ellas inmigrantes. Si este ya era un sector extremadamente precarizado, la situación se ha agravado durante la pandemia. Trabajadoras completamente desprotegidas, que han perdido sus trabajos, han visto aumentadas sus horas sin el aumento correspondiente de su sueldo o que se han visto de un día para otro en la calle. Pedimos que se garantice la cobertura de seguridad social básica de las empleadas del hogar y la regularización del sistema de cuidado de personas a cargo.

Por supuesto, no podemos olvidar la manera en que esta situación ha afectado a las víctimas de violencia de género, que se han visto obligadas a convivir con su agresor a causa del confinamiento. Los datos son escalofriantes, 29.700 peticiones de asistencia a víctimas de violencia se realizaron durante el estado de alarma. Esto es un aumento del 57,9% respecto al año anterior. Reivindicamos mayores medidas de protección a víctimas y más medios presupuestarios dedicados a la sensibilización para la prevención de la violencia de género.

Por nuestra parte, en la Asociación AD Los Molinos renovamos un año más nuestro compromiso con la igualdad de género. A través de nuestro proyecto MUJER INMIGRANTE: igualdad, fortalecimiento y redes de apoyo para la prevención de la violencia de género, trabajamos cada día para reducir la vulnerabilidad de las mujeres migrantes ante la violencia, y por crear espacios donde las mujeres puedan desarrollarse y compartir, reivindicar sus derechos y crear redes de solidaridad femenina.

En este sentido, puedes ver nuestra actividad “Mujeres que hacen historia” y las actividades de la AGENDA del mes de marzo