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Cada 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, una fecha que nos invita a reflexionar sobre el bienestar emocional, psicológico y social de las personas. En AD Los Molinos, esta jornada adquiere un significado especial: trabajamos cada día con personas inmigrantes y en situación de vulnerabilidad, colectivos que enfrentan desafíos únicos que impactan profundamente en su salud mental.

Migrar no es solo cambiar de país. Es dejar atrás redes de apoyo, enfrentar barreras idiomáticas, culturales y administrativas, y en muchos casos, vivir situaciones de discriminación o exclusión. Todo esto puede generar ansiedad, depresión, estrés y otros trastornos que, si no se atienden, afectan la calidad de vida y dificultan la integración social.

En AD Los Molinos creemos que hablar de salud mental es un acto de justicia social. Por eso, promovemos espacios seguros donde las personas puedan expresar sus emociones, recibir acompañamiento psicológico y acceder a recursos que les ayuden a reconstruir su bienestar. La salud mental no debe ser un privilegio, sino un derecho universal.

Muchas de nuestras participantes han compartido cómo el apoyo emocional ha sido clave en su proceso de adaptación, sus historias nos recuerdan que cuidar la mente es tan importante como cuidar el cuerpo.

En este Día Mundial de la Salud Mental, queremos visibilizar que el bienestar emocional de las personas inmigrantes importa. Que detrás de cada historia migratoria hay una persona que merece ser escuchada, acompañada y respetada. Y que, como sociedad, tenemos el deber de construir entornos más empáticos, inclusivos y saludables.

Cuando migrar duele, escuchar sin juzgar puede ser el primer paso para sanar